lunes, 4 de junio de 2007

Sufren artesanos

 María Alejandra Díaz Veloz
Periodico AM

Los artesanos del cobre viven una difícil situación. Hoy muchos prefieren cambiar el material a intentar sobrevivir con éste.

Los artesanos del cobre, originarios de San Miguel de Allende y Santa Clara Michoacán, que acudieron al Séptimo Encuentro Nacional de Artesanos de León, aseguraron que la artesanía a base del cobre ya no es negocio.

El precio del metal en los últimos meses se ha disparado, algunos prefirieron abandonarlo y utilizar la hoja de lata para elaborar sus productos.

“No sólo yo, sino la gran mayoría de San Miguel ya estamos utilizando mucho más la hoja de lata que el cobre, porque es mucho más barata, a la gente también le gusta y pues bueno, uno tiene que sobrevivir”, contó María Guadalupe López, artesana.

Aunque la diferencia entre el cobre y la hoja de lata es mucha, en especial en calidad y apariencia, los artesanos manifestaron que se vieron en la necesidad de un cambio ya que conseguir la materia prima se convirtió en un calvario.

“El kilogramo nos comenzó a costar más de 150 pesos mientras la lámina de hoja de lata cuesta la pieza a 55 pesos y más o menos equivale a la cantidad que sacamos del cobre, podemos hacer más figuras y más baratas”, agregó.

Por su parte Guadalupe Cruz Parra, artesana de Santa Clara del Cobre, Michoacán, aseguró que aunque en ese municipio los artesanos no han cambiado el cobre por la hoja de lata, sí ha disminuido la producción.

“El problema es que la hoja de lata es muy diferente al cobre, para empezar no sirve para lo mismo, tiene diferente periodo de durabilidad, así que no podemos hacer un cazo con hoja de lata, pero sí unos marcos para los espejos, es cuestión de cambiar un poco o de producir menos”, comentó Cruz Parra.

En el Encuentro Nacional de Artesanos de León se pueden encontrar desde anillos, pulseras, adornos, cazos, aunque los artesanos especificaron que con el cobre pueden hacer muchos más objetos, pero no los elaboraron por los altos costos que implicaría.

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